Me perdí en el Jardín de Polífilo. Saturado por sus colores, aromas y el canto de las aves. En él encontré todos los elementos de un jardín; árboles, arbustos, plantas aromáticas, senderos y estanques. Entre los árboles, y por estar en floración destacaban los Cercis siliquastrum, conocidos como árbol del amor. Si el color de sus flores me llevaban a su contemplación, el canto de las aves fijó en ellos mi atención. Cotorras Argentinas, Bulbules Orfeo, Mirlos, Verdecillos y Urracas entre otras especies, llenaban el aire de sus llamadas de amor. Es lo que tiene la primavera. Y eso me llevo a pensar en el nombre del jardín, el Jardín de Polífilo.
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