Había salido de casa. Alacant.

 

Había salido de casa para cumplir con la maldición Bíblica del Génesis “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado”.

Hace ya horas que entré con el vehículo en una espesa niebla.

Siempre me han hecho gracia las historias de gente que va conduciendo por una carretera apartada y aparece en otro continente. Nunca me las he creído.

Pero tengo que confesar que llevo tres horas conduciendo a través de una espesa niebla, en la que el GPS se apago, la pantalla está en negro. No he visto ningún vehículo, ninguna construcción, ninguna persona, ningún desvío en la carretera, nada. Solo una densa y espesa niebla.