Roma. Enero 2018. |
No sé a ti, pero a mi me fascina la música en la calle. Siempre me detengo a escuchar a los músicos que actúan en plazas y aceras. No sé si por respeto a ellos, por la sorpresa de ver un piano, un violín, un violonchelo o cualquier otro instrumento en medio de la ciudad, por intentar identificar la obra ( si es el caso) o por todos ellos. Esos momentos que te detienes, que dejas de lado las prisas, esos momentos son una vacuna para el estrés.
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