El 25 de mayo de 1938, la aviación fascista bombardeo el Mercado Central de Alicante. Más de 300 personas, fueron asesinadas. A pesar de ser la mayor matanza de ciudadanos durante la guerra de 1936 al 39, durante un bombardeo a civiles pacíficos, esta es bastante desconocida.
Hoy unos pocos centenares de personas nos hemos concentrado para recordar semejante barbaridad.
Dos mujeres mayores sentadas en un banco han empezado a contarnos sus historias. Una, con tres años perdió a su madre durante el bombardero del mercado. Tres años después su padre, socialista, fue fusilado. La otra comentaba que había estudiado magisterio en 1960 y necesitaba el certificado de buena conducta para ejercer como maestra. Certificado que le fue denegado en un primer momento por ser protestante. Durante cuarenta años el silencio fue forzoso. Silencio obligado. Un intento de imponer el olvido. Hoy tenían consuelo al comentar lo sufrido. Rompiendo el silencio. Sanando heridas invisibles.
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