¿Que decir, cuando te encuentras en mitad del desierto unos pastores de dromedarios, con sus tiendas, cargando sus vituallas en estos, etc?. Poco puedes decir, solamente dejar la mente vagar en el tiempo. Y sin olvidar la dureza de su trabajo, reconocer la perfecta adaptación al medio, que les ha permitido sobrevivir.
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