Un mes antes de "Veladas en mi estudio", pasamos una tarde Juanjo y yo en su estudio, viendo su obra nueva y su increíble fondo. Por pura intuición me había llevado una cámara fotográfica y dos objetivos fijos. Rápidamente se generó una gran complicidad y con la luz del bajo empezamos a jugar con sus obras y con el mismo Juanjo, un artista con gran magnetismo a la hora de posar. Fue una jornada loca, íbamos y volvíamos de los sitios y de las obras. Entre risas y cervezas. Poco a poco fue saliendo alguna fotografía interesante. El mérito, de mi estimado amigo Juanjo. Si juegas al póker con él procura que lleve manga corta. Juanjo siempre se guarda un As o un comodín en la manga.
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