Buscar este blog

domingo, 29 de octubre de 2017

De Pamplona a Santiago. Mi camino en bicicleta. 2017.

En medio de una crisis personal, decido hacer el Camino de Santiago en bicicleta desde Pamplona. Así que el 24 de septiembre me voy a Pamplona en tren, duermo en el albergue "Jesús y María" y el 25 a primeras horas de la mañana después de desayunar me dirijo a Correos donde he enviado con antelación la bicicleta. Excelente el servicio público de correos. Esa misma noche/mañana empiezan mis sorpresas. Los peregrinos salen de noche (desde las seis de la mañana, los primeros valientes empiezan a caminar), cosa que puedo entender en verano, pero a finales de septiembre no hay luz, algo que se repetirá a lo largo de todo el viaje. En mi caso, por pura prudencia y seguridad esperaré a que haya algo de luz para subirme a la bicicleta.
Pamplona, peregrino cogiendo su mochila, en la puerta de la cafetería, enfrente del albergue, para empezar la jornada. 
Pamplona, a la puerta de correos después de montar la bicicleta. 
Puente romano en Puente La Reina, donde se juntan el camino que entra por Roncesvalles y el que entra por Somport. Desde aquí transcurren juntos por el llamado Camino Francés.
Estella (Navarra).
Torres del Río. La bella iglesia románica del Santo Sepulcro de planta octogonal.
Cartel en una de las casas de Torres del Río. Tragedia y memoria. 
Uno de los pocos lugares donde el camino transcurre al lado de la carretera. Desde los primeros momentos me sorprenderá la cantidad de peregrinos a finales de septiembre. Muchas cosas han cambiado desde que lo hice hace 29 años.

La tierra gira y yo con ella. Paras para beber agua y te sorprende la imagen. Momentos de soledad y sosiego.
Albergue de Peregrinos en la Abadía Cisterciense en Santo Domingo de La Calzada. Hace 29 años agradecían que preguntaras y entraras en las iglesias y conventos. Ahora en algunas de ellas cobran por visitarlas. Muchos cambios en El Camino.

Luces y sombras. Sombras y luces. 
A la salida de Burgos, al amanecer, encuentro un río entre las brumas de la mañana.
Me paro para hacer una foto y la sorpresa es encontrarte un nido en una bota atada a una rama de un tronco. Y un cartel con un texto indescifrable para mi. ¿Quien lo puso, que quiso transmitirnos?. Preguntas sin respuesta.

Caminos solitarios, olvidados en el olvido. Perdidos en la memoria. Arboledas a los lados de los caminos. Cuando se plantaban para aliviar los calores del estío. 
Iglesias y monasterios a lo largo del camino. Románico, gótico, puro arte. 
Y puentes, todo el camino lleno de puentes, puentes que enlazan, que sirven para el transito de persona. Que sirvieron para la transmisión de cultura, arte e ideas. Puentes llenos de historia. Puentes funcionales, lejos de arquitectos estrellas y estrellados.
Llegar a León y sorprenderte con la visión del mercado delante de la plaza de la catedral. Y tener una visión medieval. Han cambiado algunos productos (patas, tomates,...), pero la actividad sigue como hace siglos.

El camino, cientos, miles de personas caminando o en bicicleta de diversos países. Por múltiples y diversos motivos. A lo largo del camino conoceré a gente de Noruega, Francia, Reino Unido, Canadá, EE UU, Bélgica, Alemania, Italia y sorpendentemente a muchos brasileños y coreanos. ¿Que ha pasado, que esta pasando?. Poco a poco me iré enterando. De países donde escritores famosos, presentadores estrella que han hablado de sus experiencias. Incluso me dicen que han hecho un reality show. Gente en grupo, gente solitaria. Pero al final de la jornada, intercambio de ideas y de experiencias. Gente de muchos países, camino sin fronteras. 

El descanso del peregrino. Hay momento en que lo dejas todo de puro agotamiento. Momentos de descanso merecido.
Y el comercio, otra de las cosas que han cambiado. El Camino ha supuesto una revitalización de muchos pueblos. Gentes que se sitúan a lo largo del camino y que igual te ofrecen una concha, que un bastón o el sello para tu credencial. 
El camino se hace mayoritariamente a pie, algunos en bicicleta y muy, muy pocos a caballo. Peregrinos volviendo a su lugar de origen. La inmensa mayoría vamos a un punto desde donde salimos y volvemos en avión o tren a nuestro lugar de origen. Pero históricamente la peregrinos volvían a su casa. En tiempos remotos, el camino estaba tan lleno de incertidumbres que antes de salir de su lugar de su pueblo o ciudad, les hacían el rito del entierro. ¿Como sería peregrinar hace mil años?.  
Pareja de peregrinos brasileños. Estarán un año recorriendo Europa en bicicleta. En un momento que tuve un problema mecánico, se pararon para ayudarme. La solidaridad y la ayuda es constante e inherente al camino. A lo largo de los días nos veremos en varios lugares.
Ponferrada
Y su castillo templario.
Saliendo de O Cebreiro. Al día siguiente de la subida del puerto de Piedrafita.
Portomarín.

Santiago de Compostela, esperando para sellar por ultima vez, en este viaje la credencial del peregrino. Diez días de pedalear, de meditar, de introspección. Días imprescindibles, días inolvidables. 

sábado, 14 de octubre de 2017

Camino de Santiago 2017. Postales.











 





 




 
Durante dos semanas he dejado atrás prácticamente todo y he emprendido un viaje solo, deliberadamente solo. De Pamplona a Santiago. Estas son las imágenes capturadas con el móvil que les he ido enviado a la familia y a algunos amigos. 
Cada foto tiene una historia, un motivo, unas sensaciones.
Como bien me dijo mi amiga Ana "Trasmites perfectamente la experiencia de soledad, contemplación e introspección del camino". Ana ha sabido en pocas palabras sintetizar mis sensaciones y actitud. El camino de Santiago se realiza por múltiples motivos y todos ellos válidos. 
En próximas entregas, vendrán otras imágenes captadas con una pequeña cámara compacta.