La cara de este viejo león, lo expresa todo. Cuenta una historia de peleas, esas cicatrices inherentes a los viejos machos que han luchado por tener una manada, y que al final, inexorablemente, los más jóvenes se las arrebatan. La manada esta formada por las leonas, los leones machos luchan con el macho dominante por conquistar el derecho a la manada. Tantas luchas, algunas posiblemente fratricidas, marcan una vida y la cara (en este caso fiel reflejo del alma). Ahora contempla su terreno de caza desde la distancia, desposeído de la manada, solo. Tal vez pensando en su juventud, cuando se sentía invencible.
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